viernes, 27 de enero de 2017

La boda de tus sueños...



Y mientras algunas hablan de la boda de sus sueños, el vestido de sus sueños, el peinado de sus sueños y otro montón de fantasías de encaje bordado y recargado de tul; yo de repente me veo "planeando" o intentando planear algo que no sé muy bien cómo describir... algo que, en serio, no tengo ni 15 días de estarme imaginando. ¿Tradicional-no-protocolario? ¿Bonito-no-exagerado?

Creo que es porque me imaginaba casada, no casándome. Es decir, me imaginaba compartiendo mi vida con mi novio, pero nunca me había puesto a pensar en cómo sería ese "gran día".

Es extraño. Por un lado, me entusiasma la idea, pero por otro me da como perecilla tener que pensar en una serie de temas que, siento yo, le restan valor a lo que realmente importa: afianzar la unión con la persona que uno quiere.

Aquí les cuento algunas de las observaciones que me he hecho desde hace tiempo con respecto a las bodas, a la idea que tradicionalmente se nos ha vendido de que seremos "el centro de atención de ese día", que además de vernos perfectas "nos lo merecemos" y que todos los detalles deben estar pensados para que sea algo que nunca vayamos a olvidar. Espero que esto que escribo les sirva a otras para reflexionar y tomarse las cosas con más calma, para darle el verdadero valor a ese punto de partida en una nueva vida juntos y no solo al "show" como es tan común.

Usted no se está casando sola: 
Esas bodas en las que el novio es un adorno más en la decoración, no me gustan para nada. Desde que uno llega se nota que el pobre muchacho no tuvo ni la mínima opinión en todo lo que está allí. No es cierto que a ellos no les importa o no les gusta, ¡todo lo contrario! Pero si actuamos como loquitas corriendo de un lado para otro y entrando en pánico con cualquier cosa, es obvio que no van a querer intervenir y van a evitar el tema al máximo. No es nuestro quinceaños, no es nuestra fiesta de graduación, vamos a celebrar el amor con nuestra pareja, debería ser una actividad de los dos. ¿O no?

¿Quién dijo que tiene que ser "perfecto"?: 
"Que quiero esa iglesia porque es la que se ve linda en las fotos y combina con la decoración de rosas, violetas y lirios blancos y además tiene que ser tal día porque se cumplen exactamente 4 años de habernos conocido... ¿no se puede ese día? ¡ay no, me muero!" Crisis. Pienso que entre más cronometrado y exacto lo queramos todo, hay más probabilidades de que no sea así y que nos frustremos en vez de disfrutar. Nos han hecho creer que ese día no debe fallar nada, menos caer lluvia... En un país tropical.

De lo que más odio:
El protocolo en las recepciones de las bodas me parece tan trillado... ¿por qué tiene que hacerse todo tan al pie de la letra siempre? Siguiendo todos los pasos: la entrada, las damas, el brindis, el vals, el baile del billete, el ramo, la liga... ¿Me brinqué alguno? Ah si, el carnaval y partir el queque que nunca nadie prueba, porque estoy segura que es puro lustre y cartón por dentro (ver apartado donde hablo del queque).


Vestidos imposibles (de compar y de llevar):
No sé si seré muy sencilla, o muy agarrada, pero eso de gastar hasta $5000 solo en el vestido no va conmigo. Duplique la sensación de enojo, si el vestido en cuestión es incómodo. Me parece exagerado por más lindo que sea y más linda que uno se vea, no vale la pena pagar tanto para unas cuantas horas de uso. Mi punto de vista.

Hágalo simple:
Tengo muchas amigas y amigos que se han casado, en bodas de diferentes presupuestos, de diferentes cantidades de invitados y todos llegan a la misma conclusión. Ese día se pasa super rápido. Cuando uno se da cuenta ya todo se acabó. Entonces ¿para qué complicarse?

Que opine el que opine:
De por sí, si uno invita a todos queda mal, si no invita a nadie, también. Que si hay guaro, que si no hay guaro. Que muy lejos, que muy feo el lugar, que qué malo el cantante o el maestro de ceremonias... Es imposible quedarle bien a todo el mundo con todo y las opiniones siempre van a llegar ¡en especial por la comida! Así que a mantener la mente tranquila en ese aspecto.

¡Queremos queque!
Ahora bien, el queque para mí si es algo importante y merecedor de mi atención. Porque es algo que me encanta. De las 10 fotos con tema boda guardadas en mi Pinterest, la mayoría son de queques. Sea como sea nuestra boda, el queque se va a compartir y ¡va a estar delicioso!

Bueno eso era, creo que necesitaba acomodar un poco mis pensamientos ¡ahí les contaré como nos sale!

(Edit) A una semana de la boda
Ya falta poco para la boda y prácticamente todo ha fluido sin mayor estrés, con excepción de que se acercaba la fecha ¡y no teníamos anillos! Pero como todo lo demás, lo resolvimos super fácil y con una experiencia muy linda.
Habíamos estado viendo en algunos lugares y no nos convencían, porque tenían anillos o muy feos, o demasiado exagerados y sobre todo caros. Los que más nos gustaban (por relación precio y estilo) en oro blanco costaban $200 cada uno.
En algún momento Pablo había sugerido que buscáramos un/a diseñador/a de joyas, pero lo primero que piensa uno es "debe ser impagable". Lo que es no saber...
Aún y cuando ya estábamos contra el tiempo, mi amiga Pao me pasó el teléfono de una diseñadora bastante conocida, para que le consultáramos y ella super amable nos dijo: sí da chance y tienen dos opciones, hacerlos en plata que salen bastante económicos, o hacerlos en oro, pero para que no salgan tan caros ustedes me pueden traer el oro, de cadenitas rotas, aretes sin par y así, que tengan sus familiares. El oro se funde, se purifica y se trabaja para hacer los anillos de 14k con el acabado que quieran.
Así que nos mandamos, aunque no sabíamos si íbamos a conseguir los 11 gramos de oro que necesitábamos de un día para otro, al menos tendríamos anillos de plata chivas diseñados a nuestro gusto y a un mejor precio que en las joyerías que habíamos visitado.
La experiencia es super recomendable, porque aparte de que la diseñadora nos cuenta a detalle sobre el proceso, revisa y pesa el oro que llevamos, toma las medidas y nos habla del diseño. Un trato VIP que realmente hace la diferencia.
Al final logramos conseguir el oro, incluso un poco más de lo que se necesitaba y tendremos nuestros anillos fabricados con las reliquias de nuestras familias, en menos de una semana, a nuestro gusto, con un par de "dobles de acción" iguales a los originales pero de plata y todo por menos del presupuesto. :)