sábado, 15 de diciembre de 2012

De cuando las manzanas eran sinónimo de Navidad


Hace algunos años (no muchos) cuando yo era chiquilla, además del tradicional olor a ciprés en las casas, uno se daba cuenta de que la temporada navideña había llegado "oficialmente" porque en los "tramos" se comenzaban a ofrecer manzanas y uvas.
Era simplemente emocionante caminar por San José y que los aires de diciembre llegaran perfumados con estas exóticas frutas, en especial el aroma de la manzana, al pasar al lado de un chinamo.
Se trataba de productos 'de temporada' verdaderamente, importados de Estados Unidos y que sólo se podían conseguir en esa época.
Ahora una manzana o un racimo de uvas, están a nuestro alcance en cualquier momento y han perdido un poco de esa magia y simbolismo que antes tenían.
La navidad viene ahora empaquetada en velitas con aroma a manzana y canela, o en ciprés enlatado en aerosol... Los tiempos cambian.
Pero por ahí queda un sentimiento guardado, que reaparece tímida y felizmente, cada vez que nos llega el aroma de una manzana, mezclado con los vientos fríos y el sol de las tardes de diciembre. Por dicha.


jueves, 25 de octubre de 2012

El Cardamomo y su sabor

                                                                          Flamenco en el Cardamomo

Pues como ven, por Cardamomo no me refiero al condimento, sino a un bar flamenco en la calle Echegaray en Madrid. El flamenco ha sido una de las mayores pasiones de mi vida y cuando estuve estudiando en España pasaba metida en ese bar, que sí que me gustaba. Sin duda de los mejores momentos que viví.
En Madrid ha confluido el arte flamenco, en todas sus expresiones y hay muchos tablaos, como Casapatas o El Corral de la Morería; pero en todos cobran por entrar, e incluyen un "tapeo" mientras uno disfruta de un espectáculo bien montado, con muy buenos artistas. Por lo general quienes asisten son turistas, porque eso de estar pagando 20 o más euros por espectáculo no era algo que una estudiante como yo pudiera darse el lujo...
¿Qué hacer entonces? Resulta que después de cierta hora los artistas (sí, los mismos que estaban en Casapatas)  llegaban a tomarse algo, tocar y bailar al mejor estilo "jam session" en Cardamomo, que por supuesto no cobraba entrada y ahí era donde me encontraban prácticamente todos los fines de semana (y a veces entre semana).
Muchas veces iba sola porque ninguno de mis amigos en Madrid se entusiasmaba tanto como yo con el tema, pero entonces ya los bartenders me conocían y me invitaban mi tónica Schweppes; y también me hice compa de los del sonido.
El ambiente daba gusto. A veces ponían música que iban mezclando entre flamenco, salsa y son cubano y la gente que se ponía a bailar esos ritmos en su versión "aflamencá" y yo que me moría de la risa viendo... Pero cuando iba con mis amigos Colombianos les enseñábamos cómo era la cosa.
Al lugar llegaban gitanitos de pura cepa, con sus trajes impecables y zapatos blancos, siempre matizados con la música haciendo palmas y repicando de repente con un zapateao. Y cuando menos se lo esperaba uno se podía encontrar con algun artista flamenco más reconocido: Moraito Chico, Tomatito, Sara Baras, Antonio Carmona y los Ketama fueron algunos de los que llegué a ver por ahí, además de otros talentos emergentes de ese mundillo.
Solía conversar con el Piraña y Sabu Porrina, dos hermanos, ambos percusionistas, ahora más famosos que en ese entonces, porque han hecho giras con Paco de Lucía y El Cigala. Ve vos...
Algunos años después regresé a Madrid y por supuesto volví al Cardamomo (sola, una vez más) a ver como estaba la cosa. Esa noche me encontré con gente distinta y unos gitanitos me dijeron que iban a seguir la fiesta en "La Candela" y me apunté...  con tal de que uno los invite a un trago estos le hablan de lo que sea... Después de una velada flamenca tradicional con mucho turista, seguimos con el "after party" y ahí me encontré de nuevo al (ahora) famoso Sabu que me invitó a una peña privada en la cava del mismo lugar.  Era un sótano húmedo, un poco frío. La gente comenzó a llegar y a acomodar las sillas en círculo. Éramos unas 15 personas. Guitarras, música, palmas. Venga "Califa"! (¿Quién diantres es el "Califa"?)
Y ahí estaba yo, una completa extraña, a las 4 de la mañana, en una cueva llena de gitanos, los jóvenes y también los tíos veteranos, tocando guitarra y cantando con toda su tradición e historia familiar, legítima, no la que se muestra al público en un escenario, no lo ensayado y colorido que se ve en los tablaos comerciales. Era el oscuro y profundo lamento del arte flamenco tal y como surgió en un principio. Inspirado, improvisado. Todo un privilegio.


martes, 9 de octubre de 2012

Las delicadas y hermosas nubes lenticulares

                                        Celaje en Los Cabos, Baja California Sur, México.

Cuando uno va de viaje algunas de las cosas que más disfruta son los atardeceres, el cielo y las nubes, todos con sus particulares características y colores. Espectáculos maravillosos que deleitan la vista por algunos minutos y para los mas suertudos, algunas horas.

 Parque Nacional Torres del  Paine, Patagonia Chilena

Este año me tocó viajar al Sur, a la Patagonia Chilena, donde el cielo le ofrece al viajero un espectáculo constante, a todas horas.
Sin embargo hay un fenómeno que sucede en esas latitudes,  que hace de estos viajes algo particular para quienes logran verlo: Las nubes lenticulares.
Basta con "googlear" nubes lenticulares para quedarse boquiaibierto con las sorprendentes imágenes...
Mi cámara se había quedado sin batería cuando me las encontré... ¡Pero juro que las vi!!! Las vi y me quedé extasiada con la belleza tan delicada y a la vez extraña que tienen... Sí, parecen ovnis caprichosamente creados por la naturaleza.

Las nubes lenticulares en Torres del Paine, Patagonia Chilena.



martes, 11 de septiembre de 2012

El día que conocí a Johnny Depp

Foto por Juanito que era el único con cámara en ese momento

Pues sí... Tal vez con ese título pueden pensar que me senté a tomar café con el mae o algo así... ¡Eso ya hubiera sido demasiado!
Lo cierto es que tuve la oportunidad de ver a Johhny Depp muy de cerca. Así como en la foto...

Fue en Paris en el verano de 2009, cuando estaba estudiando un master (Global MBA) en esa ciudad. 
Iba caminando con algunos de mis compañeros luego de discutir, opinar y tirar a la suerte con una moneda si tomábamos el metro o continuábamos a pie toda la gran avenida de Champs-Élysées.
Yo les decía: ¡pero es verano, el metro es sofocante! Y Joselyn: ¡Pero está cañón caminar todo eso, muy cansado! Y bueno, ganó la moneda. Caminamos.

De repente, al otro lado de la calle, justo a frente del famoso Teatro y cabaret Lido vimos una muchedumbre alborotada que gritaba. Una limusina. Una decena de guardias de seguridad. Barreras de metal y una alfombra roja. Definitivamente ahí hay algo interesante. ¡Vamos!
Una de las chicas dijo: ¿Ese no es Leonardo DiCaprio? A lo que inmediatamente respondí: ¡No, ese es Johnny Depp!!! Y corrimos hasta terminar de cruzar la calle.

Era el estreno de la película Public Enemies (muy bien lo marcaba el rótulo en la entrada del teatro) a la cual estaba llegando el actor, que no tuvo inconveniente en firmar unos cuantos autógrafos, dejarse fotografiar y saludar a unos no más de 70 fans que nos aglomerábamos (porque ya éramos parte del molote) alrededor de las barreras, mientras los de seguridad nos hacían mantener la distancia.

Si les soy sincera, ya en persona no me dio la impresión de alguien tan "glamoroso" como pensaría, me pareció más bien un viejillo panzoncillo y bastante humilde. Definitivamente, no era la guapura que salía en 21 Jumpstreet o sus más famosas películas; pero siempre es todo un acontecimiento ver a este tipo de celebridades así de cerca.

En fin, que la moraleja de todo esto (si fuera de sacarle una enseñanza) es que cuando la pedrada está pal perro, le toca...
No hay nada como estar en el lugar preciso, en el momento indicado: no tomamos el metro, ibamos caminando a la hora correcta y estuvimos exactamente los 5 minutos que tardó en bajarse Johhny de la limo, saludar, firmar los autógrafos y entrar en el Lido. Juanito que era el que llevaba cámara capturó el momento para nosotras.
Y bueno, hay otros personajes con los que sí compartí más que un instante de empujones, pero esas son otras historias del gato con la lengua de tapo y las patas al revés... ¿Quieren que se las cuente otra vez?

sábado, 1 de septiembre de 2012

La Tremblade

La Tremblade, 1993
                                      

Ahí me tienen, toda una quinceañera en un viaje que marcó un cambio en mi forma de ver el mundo.
Anteriormente les contaba que a los 15 crucé el charco en un intercambio...
Pues en ese mismo viaje visité varios lugares muy interesantes y poco tradicionales para alguien de mi edad, que no tenía ni la más remota idea que llegaría a conocer.
Ese lugar de la foto es La Tremblade, un puerto dedicado al cultivo de ostras, ubicado en la región Charante-Maritime. ¿Pregúntenme si en la vida había probado yo una ostra? ¡Con costo un ceviche de chucheca y arrugando la cara! Pero bueno, nos llevaron a un lugar donde las cultivaban y las servían en el equivalente a tomar leche "al pie de la vaca".
No se me va a olvidar la expresión de algunos de mis compañeros al ver al cultivador de ostras con su navaja suiza, al lado de uno de los estanques, sacando una ostra de una de las cajas donde las cultivaban, abriéndola y ofreciéndola: "goûtez"...
 Confieso que me gustaron mucho más cuando las probé después con unas gotitas de limón.

sábado, 26 de mayo de 2012

Los lagos también tienen música

                  Delphine y yo. Enero 2002. Francia.

Hace muchos años (ya casi 20) fui de intercambio a Francia, por un poco más de un mes.
Nunca había salido de los trópicos y por ende no conocía la nieve, ni nada que tuviera que ver con las estaciones. Y bueno, da la casualidad que viajé en enero, uno de los meses más fríos en Europa... Ahí conocí la nieve, además de una familia maravillosa con quien todavía tengo contacto.
El frío invernal fue algo que realmente me impactó... Eso de que el sol sea brillante pero no caliente era algo inexplicable para alquien que por "default" asociaba sol = calor = playa.
Ver el mar en condiciones de temperatura heladas también me sorprendió.
Unos años después, en enero del 2002, viajé de nuevo cerca de los Pirineos, para reencontrarme con mi amiga Delphine quien me llevó a un lugar realmente hermoso, cerca de Tarbes, donde vive su abuela.
Ahí, en uno de los lagos escuché uno de los sonidos más bellos que jamás había imaginado que existiera...
El hielo del lago al descongelar crea una melodía con diferentes notas, como zumbidos similar al que haría una zampoña pero mucho más profundos...
Realmente hubiera deseado llevar conmigo una grabadora (en esa época de cassete o Minidisc, o ahora que lo pienso tener una cámara digital o celular para compartir esa maravilla de la naturaleza que en aquel momento me dejó sin palabras.

Algo así...

martes, 8 de mayo de 2012

La de la mochila azul

Kinder y primer grado son años difíciles de olvidar. Para una niña como lo era yo, no era nada sencillo...
Quería tener el pelo largo, pero parecía Cocorí con mis colochitos pegados a la cabeza...
Quería tener una Barbie de verdad y no se me olvida la voz de una niña mayor diciéndome que esas que yo tenía no eran "Barbies" sino "muñequitas"...

Quería una lonchera de plástico de Hello Kitty o algo así. Pero yo llevaba mi merienda en un bolsito de tela que me había cosido mi mamá.
Quería una mochila bien "chiva" con algun dibujo. Pero lo que tenía era un bulto de cuero de esos típicos y "singracias" para mí en aquel entonces, al que mi mamá tuvo que ponerle un añadido de tela azul con velcro -que hacía juego con mi lonchera improvisada-  para que me cupieran los folders tamaño oficio que tenía que llevar.
En aquella época quería tantas cosas que ahora podrán parecerme sin sentido, porque me doy cuenta de que muchas niñas como yo se hubieran sentido afortunadas de tener una mamá que dedicara horas a coser y hacerle ropa a sus muñecas también!