domingo, 1 de septiembre de 2019

El callejón de los deseos: Mårten Trotzigs Gränd.

© Pabloguther
Dicen que a quien pida un deseo por cada grada que baje, tocando las dos paredes, se le concederá.  ¿Se podía repetir el mismo? Es difícil pensar 36 deseos diferentes uno seguido del otro... Yo hice mi mejor intento y creo que algunos se han cumplido.
 
En Estocolmo, en el centro de la ciudad está este callejón de 90 centímetros de ancho y 36 escalones. Uno de los lugares más curiosos que he visitado y que Pablo capturó en esta foto.  

Este no es un blog de viajes, aunque a veces lo parece. La mayoría son más bien experiencias, recuerdos y momentos que me han hecho feliz y que quisiera compartir.

miércoles, 1 de mayo de 2019

¿Cómo es una Aurora Boreal?

No se muev... too late!


Siempre me cautivaron las auroras boreales, también conocidas como luces del norte. ¡Pero nunca imaginé que me sorprenderían tanto! Es como ver un arcoiris, o como un atardecer... pensaba. ¡Qué equivocada! Sabía que eran luces en el cielo, pero jamás pensé que podrían ser tan maravillosas, con movimiento, intensidades, formas y colores. Casi con personalidad.


Lo que aprendí sobre ellas

Para poder ver una aurora boreal deben existir 3 condiciones básicas:

1. Que el cielo esté despejado: Con un nubarrón que se atraviese ya se echó a perder la función. Se necesita un cielo sin nubes para poder verlas. Hay tours que lo llevan a uno de una zona a otra más despejada para tener mejor visibilidad. Entonces comienza la cacería.

2. Que haya alta actividad solar: Las auroras boreales son básicamente un efecto de la radiación ultravioleta proveniente del sol que choca contra la atmósfera (magnetosfera e ionosfera). Si no hay actividad solar o esta es muy baja no se ven. Hay un índice condiciones geomagnéticas globales (Kp) que va de 0 a 9 y puede "predecir" de cierta forma si las condiciones son propicias para ver las auroras.

3. Ir a un lugar oscuro: Además de viajar al Norte, se debe contar con condiciones de poca iluminación para verlas bien. Es por eso que los meses de verano es imposible presenciarlas ya que hay demasiada luz (días muy largos) como para que sean percibidas.


Y bueno en resumen, este fenómeno luminiscente no es tan fácil de ver. No se ve en cualquier época del año. Básicamente hay que tener suerte.

©Pablo Guther




jueves, 25 de abril de 2019

Camino de los fiordos



Tren de Flåm. Foto: visitnorway.es
En 2005 visité Noruega por primera vez. En esa ocasión tomé un tren que me llevó de Oslo a Bergen, para conocer lugares inimaginables y personajes como los que describí esa vez:

Un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio. Hasta ahí te llevaba el tren que te dejó a medio camino y que dejó a medio camino mi sonrisa. Que te buscaba y no.Movimiento, sonidos. Amplios paisajes dormidos sin testigos, que nunca despertaron totalmente de este sueño para mis ojos, que estaban clavados en los tuyos. Nadando en no sé qué ríos u océanos desconocidos para mí, pero agradables y tranquilos. Y me sumergí en el sueño...Y todas tus palabras se convertían en poemas, rítmicos al paso del tren. "Verde que te quiero verde..." ¿los duendes son verdes o son azules? No lo sé, pero hacen magia como vos. Que me hipnotizaste por varias horas sin que me enterara del tiempo. El tiempo. ¡Maldito tiempo! Por qué pasas tan rápido cuando queremos más y te empeñas en ser lento cuando queremos menos...Dicen que los duendes se roban a los niños y se los llevan lejos, muy lejos. Yo era entonces una niña y me encontraba lejos. Y un duende me atrapó por unos instantes de mi vida. Y me pidió que le cantara una canción de cuna para dibujarla. Así lo hice. Y me atrapó con su sonrisa.¿Los duendes saltan? pues yo creo que sí. Igual que poseen magia, hacen piruetas y flotan en el aire. Dan saltos y giros. Y no se cansan... No se cansan de bailar y de escuchar música. Como la que le regalé al duende.Pero esta tierra es tierra de fiordos y alíi no habitan los duendes sino los trolls! Que son horribles, tienen una cola y andan haciendo travesuras por ahí... Pero éste no era un troll, era un duende estoy segura, hermoso como el sol. Y de su boca solo salían frases hermosas.¿En dónde viven los duendes, entonces? Quisiera saberlo para poder completar mi sonrisa algún día. Porque ahora sólo sé, que ese día iba hasta un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio...