martes, 11 de septiembre de 2012

El día que conocí a Johnny Depp

Foto por Juanito que era el único con cámara en ese momento

Pues sí... Tal vez con ese título pueden pensar que me senté a tomar café con el mae o algo así... ¡Eso ya hubiera sido demasiado!
Lo cierto es que tuve la oportunidad de ver a Johhny Depp muy de cerca. Así como en la foto...

Fue en Paris en el verano de 2009, cuando estaba estudiando un master (Global MBA) en esa ciudad. 
Iba caminando con algunos de mis compañeros luego de discutir, opinar y tirar a la suerte con una moneda si tomábamos el metro o continuábamos a pie toda la gran avenida de Champs-Élysées.
Yo les decía: ¡pero es verano, el metro es sofocante! Y Joselyn: ¡Pero está cañón caminar todo eso, muy cansado! Y bueno, ganó la moneda. Caminamos.

De repente, al otro lado de la calle, justo a frente del famoso Teatro y cabaret Lido vimos una muchedumbre alborotada que gritaba. Una limusina. Una decena de guardias de seguridad. Barreras de metal y una alfombra roja. Definitivamente ahí hay algo interesante. ¡Vamos!
Una de las chicas dijo: ¿Ese no es Leonardo DiCaprio? A lo que inmediatamente respondí: ¡No, ese es Johnny Depp!!! Y corrimos hasta terminar de cruzar la calle.

Era el estreno de la película Public Enemies (muy bien lo marcaba el rótulo en la entrada del teatro) a la cual estaba llegando el actor, que no tuvo inconveniente en firmar unos cuantos autógrafos, dejarse fotografiar y saludar a unos no más de 70 fans que nos aglomerábamos (porque ya éramos parte del molote) alrededor de las barreras, mientras los de seguridad nos hacían mantener la distancia.

Si les soy sincera, ya en persona no me dio la impresión de alguien tan "glamoroso" como pensaría, me pareció más bien un viejillo panzoncillo y bastante humilde. Definitivamente, no era la guapura que salía en 21 Jumpstreet o sus más famosas películas; pero siempre es todo un acontecimiento ver a este tipo de celebridades así de cerca.

En fin, que la moraleja de todo esto (si fuera de sacarle una enseñanza) es que cuando la pedrada está pal perro, le toca...
No hay nada como estar en el lugar preciso, en el momento indicado: no tomamos el metro, ibamos caminando a la hora correcta y estuvimos exactamente los 5 minutos que tardó en bajarse Johhny de la limo, saludar, firmar los autógrafos y entrar en el Lido. Juanito que era el que llevaba cámara capturó el momento para nosotras.
Y bueno, hay otros personajes con los que sí compartí más que un instante de empujones, pero esas son otras historias del gato con la lengua de tapo y las patas al revés... ¿Quieren que se las cuente otra vez?

sábado, 1 de septiembre de 2012

La Tremblade

La Tremblade, 1993
                                      

Ahí me tienen, toda una quinceañera en un viaje que marcó un cambio en mi forma de ver el mundo.
Anteriormente les contaba que a los 15 crucé el charco en un intercambio...
Pues en ese mismo viaje visité varios lugares muy interesantes y poco tradicionales para alguien de mi edad, que no tenía ni la más remota idea que llegaría a conocer.
Ese lugar de la foto es La Tremblade, un puerto dedicado al cultivo de ostras, ubicado en la región Charante-Maritime. ¿Pregúntenme si en la vida había probado yo una ostra? ¡Con costo un ceviche de chucheca y arrugando la cara! Pero bueno, nos llevaron a un lugar donde las cultivaban y las servían en el equivalente a tomar leche "al pie de la vaca".
No se me va a olvidar la expresión de algunos de mis compañeros al ver al cultivador de ostras con su navaja suiza, al lado de uno de los estanques, sacando una ostra de una de las cajas donde las cultivaban, abriéndola y ofreciéndola: "goûtez"...
 Confieso que me gustaron mucho más cuando las probé después con unas gotitas de limón.